El Hijo Encarnado de Dios vive por treinta años obediente a sus padres en una vida ordinaria y escondida de oración, familia y trabajo antes de comenzar su ministerio público. María y José secretamente contemplan y guardan el misterio de cómo Dios santifica nuestras vidas diarias y nos llama a la santidad en lo ordinario.
Pacíficamente visualice a la Sagrada Familia en Nazaret, trabajar, rezar, estudiar, comer, platicar, reír. Imagínese como, en los varios eventos a través de sus vidas, los Santos Esposos siempre han tenido a Jesús al centro de sus vidas. Sienta a Jesús, María y José llamándole a la santidad en su vida ordinaria de cada día.
María, llena de gracia, y José, hijo de David; honor a ti, Madre de Dios, y a ti, custodio del Redentor. Eterna alabanza al Niño con quien formaron una familia, Jesús, Obediente hasta la Muerte.
Santos Esposos, …