María y José son los mejores modelos de total apertura al seguimiento de la voluntad de Dios, sea cuál sea. En la anunciación, María aceptó su vocación de ser la Madre de Dios. Se declaró la «esclava del Señor» y respondió al ángel Gabriel «hágase en mi según to palabra.» De manera semejante, José aceptó su vocación de ser el esposo virginal de María y padre elegido del Hijo de Dios, cumpliendo inmediatamente al despertar precisamente lo que el ángel del Señor le pidió.
Los Santos Esposos son modelos para los llamados a cualquier estado de vida. Para los llamados al matrimonio ejemplifican la pareja del amor más profundo y desinteresado de todo tiempo. Para los llamados a estados de virginidad son imagen de la más pura entrega a Dios.
Como padres, María y José participan en el gran misterio de la Encarnación, preparando el Hijo de Dios, en su naturaleza humana, para su misión de redimir el mundo. Él se cría viviendo en la harmonía virtuosa de la Sagrada Familia y aprendiendo a orar con ellos. A la edad de 12 años Jesús se queda atrás en el Templo, sin avisarlos. Cuando lo encuentran al tercer día, José permanece callado mientras Jesús responde, preguntando si no sabía que tenía que estar en los asuntos de su Padre; José bien sabe que su papel como padre terrenal es apoyar su Hijo en cumplir la voluntad de su Divino Padre celestial. José reverencia el misterio que María siempre conserva en su corazón. Juntos total y constantemente apoyan la vocación de su Hijo, como todo padre y madre debe hacer.
Ruega por las vocaciones por la intercesión de los Santos Esposos:
Oración para las vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa
María, Reina de vocaciones y José, patrono de la Iglesia; Santos Esposos, les suplicamos que pidan a tu Divino Hijo que envíe muchas vocaciones para servir la Iglesia en el sacerdocio y la vida religiosa, especialmente en la Congregación de los Oblatos de San José, quienes sirven a Dios en imitación de su vida humilde en Nazaret. Intercedan benignamente, para que en nuestros tiempos como siempre en la Iglesia muchos jóvenes se atraigan al servicio de las almas y al ideal de la perfección evangélica. Rueguen por nosotros para que el Señor de la mies envíe obreros a su viña. Obténgannos muchas vocaciones sacerdotales y religiosas que correspondan a las inmensas necesidades del mundo de hoy y que se entreguen totalmente al servicio del Señor y de su Iglesia. Amén.
Para conocer la propia vocación
Oh Santos Esposos, tan dóciles la guía del Espíritu Santo, consíganme la gracia de conocer el estado de vida que Dios en su providencia ha escogido para mí. Puesto que mi felicidad en la tierra, y tal vez hasta mi felicidad eterna, depende de esta decisión, no me dejen engañar en tomarla. Obténganme la luz para conocer la voluntad de Dios, para cumplirla fielmente, y para escoger la vocación que mejor podré servir a los demás y que me llevará a una eternidad feliz. Amén.